Ya llegué a Caracas. Pasé 18 magníficos días en la ciudad de Buenos Aires y luego fuí directo a Puerto Ordaz a pasar año nuevo con mi familia. Llegué a mi casa, a Caracas, el viernes 05/01 y ya mañana comienzo a trabajar.
En este preciso instante escucho a Calamaro con Fito cantando “Te Vi” y tengo un agradable sabor a nostalgia de mi viaje.
No lo puedo negar, me encantó Buenos Aires: su gente, su arquitectura, su ritmo de vida, su comida. Estando allá tenia esa mezcla de ganas de venirme y de quedarme, que tenía tiempo no sentía. Es una ciudad que vale la pena visitar, siempre pensamos que en Europa y Norteamérica está todo, pero Buenos Aires no tiene mucho que envidiar a estas ciudades, especialmente en la arquitectura; únicamente lamento los niveles de pobreza que existen.
Tras el viaje me di cuenta, que tal vez por los niveles de agresión que hemos vivido en los últimos años por el clima político, hemos perdido parte de esa amabilidad que nos caracterizaba. De verdad me chocó el maltrato cuando llegué a Venezuela. Los argentinos son muy corteses y amables, y no se trata del acento de turista que hubiese podido tener, se trata de pedir disculpas cuando te tropiezan (y mejor que eso, hacer lo imposible para no tropezar al otro), se trata de respetar a los peatones, de ver a la gente a la cara cuando preguntas algo, de querer a tu ciudad. Tenemos que volver a lo que éramos y no permitir que coyunturas políticas nos hagan perder la esencia de lo que somos… definitivamente como dice un slogan de Mc Donalds “las sonrisas son gratis”.
Me encantó el ritmo de vida argentino, aunque eso me hizo llegar con unos kilos de demás, pero eso de caminar hasta muy tarde por la ciudad me encantó. La hora de la cena es la 10 pm, y esa es la comida fuerte, por lo que a esa hora ves padres con sus hijos en el parquecito de la plaza, y hasta muy tarde hay gente caminando por el centro, tomando unas cervezas o unos vinos (claro, es verano). Aunque algunos oyen una especie de cumbia ecuatoriana, en todos los lugares que entras (desde restaurantes hasta farmacias y supermercados) sólo oyes rock en todas sus expresiones, aunque básicamente argentino y comercial. Por cierto que el mercado musical argentino es muy difícil, fuera del argentino creo que lo más escuchan son grupos de España, y eso por el sonido tan parecido que tienen con los argentinos; del resto uno que otro mexicano. Casi no escuchan Regguetón! Es una maravilla!
Políticamente hablando, pensaba que argentina tenía más madurez pero percibí que esa madurez la tiene un segmento de la sociedad, la mayoría aun mantiene una actitud pasiva y poco participativa de los procesos (por lo menos no al nivel que yo creía). Lo que ocurre es simplemente que las Madres de la Plaza de Mayo y los Piqueteros tienen fama mundial. Kinsner tiene sus defensores y sus detractores, aunque sus defensores dicen que no ofrece todo lo que necesitan. Las opiniones sobre Chávez son similares a las de Venezuela: las clases altas se oponen a sus ideas y las clases bajas lo apoyan y le agradecen el apoyo brindado a Argentina; de uno y otro lado están muy pendientes de lo que ocurre en nuestro país, y pues como dijo Dalí “que hablen de mí, aunque sea bien”.
Otras cosas que me llamaron la atención:
1) ¿Cómo demonios hacen para ser tan flacos tomando tanta coca, comiendo tanta carne y cenando tan tarde?
2) A diferencia de Europa no tienen gran cultura de lectura, pero si bastante cultura musical, todo el mundo anda con audífonos escuchando música; en eso si son muy críticos y selectivos.
3) Estuve en plena Av. Corrientes el día de la final entre el Boca y Estudiantes. Aunque había gente en la calle y la ciudad no estaba detenida, todo el mundo o veía o escuchaba el partido, y en plena calle pegaban gritos cuando había (supongo) un acercamiento al arco.
4) Vi mucha gente con tatuajes, y más me llamo la atención ver a mujeres de casi 40 años con unos que por los colores se notaban que eran recientes. Diría que un 30% de la población tiene tatuajes.
5) Los zapatos Converse, ¡Dios! De todos colores y modelos a muy bajo precio. Esos zapatos también lo usan muchas personas de distintas edades.
6) Los salarios no son buenos y creo que la calidad de vida de los empleados no es la mejor, dada las libertades económicas neoliberales. Vi una gran brecha: o tienes plata o no tienes; sin embargo vi cosas extrañas como el hecho de que en todo Buenos Aires haya menos de 10 Hommers, creo que en Caracas hay mucho más que eso; lo que me hace suponer que el porteño que tiene plata, no tiene tanta como un caraqueño en la misma situación… ¿O será que no son tan consumistas como nosotros? Esa también es una buena hipótesis.
Bueno sólo me falta comentar otras cositas que pondré por separado.
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1 comentario:
Bs As es definitivamente mi ciudad preferida del continente.
Esa combinación de arquitectura, cafés, comida (sobre todo la carne), vinos (baratísimos!), teatros, la movida musical, las librerías e inclusive la gente, no lo he visto en ninguna otra ciudad.
Además, como bien dices en uno de los posts, es un destino económicamente razonable para los venezolanos. Hay que aprovecharlo.
Que bueno que te gustó y disfrutaste al máximo
Saludos
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